Esta es una de mis historietas favoritas ya que con ella aún nos reímos yo ( Iván ) y Jorge.

A esta historia la llamamos rápidamente < Fué Tomás >.

Una vez hace bastante tiempo, cuando yo estudiaba 2º de B.U.P. estábamos todos castigados, ya que nos habíamos portado como siempre, osea mal, pues eso estábamos castigados de una forma un tanto ridícula, copiando 200 veces, "no hablaremos en clase" o algo por el estilo.

Era impresionante, todos estábamos callados, más de lo que hubieramos querido con lo que en la clase había un silencio espectral. Recuerdo que yo estaba en la fila de la ventana y además detras de todos, osea al final de la fila, a mi derecha tenía a Tomás y delante mía tenía a Alberto de Dios, por cierto bastante colega mío al que desde aquí le envío un recuerdo, pues eso, que estábamos en clase todos muy callados y a mi me entraron muchas ganas de con perdón tirarme un pequeño pedete, que coño un PEDO y sin querer (seguro que sí) se me escapó. Prrrrá, ¡¡¡ ala !!!que pedo más cerdo además olía que ni Dios, lo cual era muy raro en mí ya que yo no acostumbro a tirarme ningún pedo y además en público, cosa que nunca se me ocurriría como todos mis amigos saben, pues eso a lo que íbamos, que toda la gente se enteró y empezó a mirar para mí y yo no me explicaba porqué ya que yo no tenía fama de torpedero, toda la gente empezó a mirar para mí y a mí como buen escapista que me considero solo se me ocurrió soltar la famosa frase que siempre quedará para la posteridad < Fué Tomás >. La gente empezó a reir aunque más de lo que lo había hecho era difícil, y Tomás todo rojo contestó "pero que dices hombre".

Esta frase quedará para la posteridad sobre todo entre yo (Iván), Tomás, Jorge y Alberto de Dios.

 

Otra de nuestras famosas historias de podría titular "El gran balonazo".

Estábamos todos como de costumbre jugando a fútbol en el patio del colegio, esto era en 3º o 4º de EGB. Puedo recordar que estábamos jugando con una pelota un poco dura de más y para más inri algunos de nosotros tenía un calzado no muy recomendado para jugar al fútbol como por ejemplo botas militares y otras por el estilo.

Estábamos jugando de una manera un poco bruta, todos a punteirazos o a uñazos como prefirais, y en esto que como todos los días pasaba el portero del colegio al que llamábamos Bili el pistolas debido a la forma que tenía de andar, pues eso que pasaba como todos los días a abrir la puertas de la parte de abajo del colegio y al venir de abrirla Jesús ( compañero mío )que llevaba unas militas puestas cogió y pegó tal uñazo a la pelota que ésta tomó tal efecto, que en lugar de ir hacia la portería se fué torciendo y POOOMMMM!!!!!! le dió en toda la cara al pobre portero.

Al momento el portero empezó a tambalearse hasta que no pudo más y tubo que sentarse porque se caía, por supuesto nosotros estábamos llorando de risa y sobre todo Jesús que fué a pedirle perdón riendo.